Estilos de Terapia

La terapia no es igual para todos

No toda la terapia se parece a la versión de televisión donde alguien se acuesta en un sofá mientras el terapeuta toma notas.

Algunas sesiones se sienten más como una resolución estructurada de problemas, conversaciones profundas o aprendizaje de nuevas habilidades.

Es importante recordar que no hay una sola manera “correcta” de hacer terapia.

Los diferentes tipos de terapia utilizan herramientas distintas, pero el objetivo es el mismo:
ayudarte a sentirte más apoyado, con más control y más tú mismo.

La terapia es más que “hablar”.


Ayuda a tu cerebro a construir nuevas conexiones—especialmente cuando estás aprendiendo a responder a tus emociones, manejar el estrés o pensar de manera más saludable.


Este proceso se conoce como neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse.

Cómo funciona realmente la terapia

En terapia, cada conversación cuenta. Ya sea que estés hablando sobre el pasado o aprendiendo nuevas formas de sobrellevar las cosas, estás ayudando a tu cerebro a reconectarse.

Esa es la neuroplasticidad en acción—y así es como ocurre el cambio real.

La terapia puede despertar emociones intensas—eso es normal.


El crecimiento no siempre es cómodo, pero vale la pena.

Ve a tu propio ritmo. Puedes sentirte inseguro y aun así estar avanzando.

Recuerda


No se trata de soluciones rápidas.

Se trata de presentarte, reflexionar y construir hábitos más saludables con el apoyo de alguien que te entienda.

Algunas personas se sienten mejor rápido, otras necesitan más tiempo.

Ambas son válidas.

Los 3 Grandes: Los Tipos de Terapia Más Comunes

Estos tres enfoques terapéuticos son de los más usados y estudiados.


Muchos terapeutas usan uno como base o combinan elementos de varios para adaptarse a tus necesidades.

Conoce los tres grandes

Haz click en cada uno para aprender mas!

CBT – El Perro Realista

DBT - El Pulpo Adaptable

Terapia Psicodinamica - El Buho Reflexivo

Piénsalos como tres estilos diferentes de apoyo.


Cada uno funciona a su manera, con sus propias fortalezas y ritmo.

Otros Tipos de Terapia que Podrías Escuchar

Los 3 grandes son un buen punto de partida, pero no son las únicas opciones.
La terapia no es igual para todos, y dependiendo de lo que estés viviendo (o del tipo de espacio que busques), otro estilo puede encajarte mejor.

Estos enfoques también son usados por muchos terapeutas. Algunos son más creativos, otros más especializados, y otros combinan diferentes técnicas.

A continuación encontrarás una guía rápida de lo que significan:

  • Diseñada originalmente para personas con TEPT, esta terapia ayuda al cerebro a procesar recuerdos dolorosos mediante movimientos oculares guiados o estimulación rítmica.
    Hablas brevemente sobre un recuerdo traumático mientras sigues el movimiento con los ojos; esto ayuda al cerebro a “despegarse” del malestar y procesarlo de manera más saludable.
    Es estructurada, basada en evidencia, y muy útil para trauma, ansiedad y duelo.

  • Este es un término amplio que incluye enfoques como la terapia existencial, centrada en la persona, enfocada en soluciones, el análisis transaccional y la terapia Gestalt.
    Se centra en el crecimiento personal, el sentido de la vida y vivir con autenticidad.
    El terapeuta crea un espacio cálido y sin juicios, donde eres completamente aceptado.
    En lugar de enfocarse en el pasado o en los síntomas, resalta tu experiencia presente y tu fortaleza interna.
    Suele usarse para mejorar la autoestima, encontrar dirección y explorar identidad o propósito.

  • Usa la expresión creativa—como dibujo, pintura, collage o escultura—para explorar emociones, recuerdos y pensamientos.
    No necesitas ser “bueno en arte” para que sea útil.
    Puede ser especialmente poderosa para quienes tienen dificultad para expresarse con palabras, como jóvenes, sobrevivientes de trauma o personas que lidian con ansiedad, depresión o duelo.

  • En lugar de seguir un solo método, el terapeuta integrativo combina distintos enfoques según tus necesidades.
    Puede incluir conversación, mindfulness, técnicas corporales, nutrición o movimiento.
    Ve a la persona como un todo—mente, cuerpo y emociones—y busca el bienestar integral.

  • Te enseña a convivir con pensamientos y emociones difíciles en lugar de intentar evitarlos o “arreglarlos”.
    El objetivo no es eliminar el dolor, sino vivir una vida con sentido a pesar de él.
    Trabajas en identificar tus valores, practicar mindfulness y actuar de forma coherente con quién quieres ser.
    Útil para ansiedad, depresión, TOC, dolor crónico y más.

Recuerda: estos no son los únicos tipos de terapia que existen.


Hay muchas técnicas disponibles. Si las que mencionamos no te parecen adecuadas, te animamos a seguir explorando.


Investiga siempre en fuentes confiables, como sitios médicos, la APA o páginas gubernamentales de salud.

Formatos de Terapia: Cómo Puede Verse la Experiencia

La terapia no solo depende del tipo, sino también del formato.

El formato puede influir en qué tan cómodo o apoyado te sientes.
Algunas personas se abren más uno a uno; otras sanan al compartir y conectar con otros.


No hay una opción “mejor”, solo la que más se adapte a ti.

Terapia Individual


La más común: solo tú y tu terapeuta, en persona o en línea.

Es un espacio para hablar abiertamente, reflexionar y recibir apoyo personalizado.

Ideal si buscas privacidad o atención enfocada.

Terapia Grupal


Un pequeño grupo se reúne con un terapeuta para compartir y aprender juntos.


Todos pueden estar trabajando en temas similares (ansiedad, duelo, imagen corporal, etc.).


Ayuda a sentirte acompañado, reducir la vergüenza y ganar nuevas perspectivas.

Terapia Familiar


Incluye familiares, parejas o cuidadores.


Sirve para mejorar la comunicación, resolver conflictos o enfrentar cambios importantes.


El terapeuta guía las conversaciones y se asegura de que todos sean escuchados.

Terapia de Pareja


Se centra en la relación, ya sea que estén saliendo, casados o en otra etapa.
Ayuda a comunicarse mejor, reconstruir confianza o afrontar cambios juntos.
No se trata de tomar partido, sino de fortalecer la relación.
No tienes que estar en crisis para beneficiarte; también puede mejorar la conexión y comprensión mutua.

Recuerda: puedes combinar formatos.


Por ejemplo, hacer terapia individual y grupal al mismo tiempo, o alternar entre sesiones en línea y presenciales.

El objetivo es el mismo: encontrar apoyo que se sienta seguro, efectivo y hecho para ti.

¿Es esta terapia adecuada para mí?

Encontrar el enfoque o terapeuta correcto es un proceso.
Es normal no sentir una conexión perfecta al principio.
La terapia funciona mejor cuando te sientes seguro, respetado y comprendido.

Pregúntate:

• ¿Me siento seguro con mi terapeuta?


• ¿Me siento visto y escuchado?


• ¿Estoy aprendiendo cosas que me ayudan fuera de las sesiones?


• ¿Este enfoque tiene sentido para mí?

Si algo no se siente bien, aunque no sepas por qué, eso importa.


Puedes explorar otros terapeutas o estilos.
No significa que hayas fallado; significa que estás defendiendo lo que necesitas.


La terapia debe sentirse como un espacio que apoye tu crecimiento, no que te cause presión o confusión.

Encontrar el ajuste ideal puede tomar tiempo, pero vale la pena.


Mereces una atención que realmente se sienta como cuidado.

Juego: ¿Qué tipo de terapia podría encajar contigo?

Aviso:
Este es solo un quiz divertido para explorar qué estilo de terapia podría ir con tu vibra.
No es un diagnóstico ni una recomendación profesional.
Si te gusta tu resultado, puedes leer más sobre él—y si no, hay muchas otras opciones.

Comienza el quiz: Intenta responder cada pregunta de la manera más honesta y precisa posible, y asegúrate de llevar la cuenta de tus respuestas.

RESULTADOS

Mayoría de A’s – Terapia Cognitivo-Conductual (CBT)


Podrías conectar con la CBT. Es práctica, orientada a metas y te ayuda a entender cómo tus pensamientos, emociones y acciones están conectados.
Si quieres herramientas concretas, estrategias claras y un plan definido para manejar la ansiedad, el estrés o los patrones poco útiles, la CBT podría ser una excelente opción para ti.

Mayoría de B’s – Terapia Dialéctico-Conductual (DBT)


Podrías identificarte con la DBT. Esta terapia se enfoca en manejar emociones intensas, mejorar las relaciones y desarrollar habilidades para afrontar el estrés de manera saludable.
Es ideal si sientes las cosas con mucha intensidad o quieres tener más control sin desconectarte de tus emociones.

Mayoría de C’s – Terapia Psicodinámica


Podrías sentir afinidad con la Terapia Psicodinámica. Te ayuda a explorar cómo tus experiencias pasadas y patrones inconscientes influyen en tu presente.
Si tienes curiosidad por tu mundo interior, tus patrones de relación o por entender el “por qué” detrás de tus comportamientos, este estilo más profundo puede resonar contigo.

Mayoría de D’s – Terapia Humanista


Podrías conectar con la Terapia Humanista. Este enfoque es cálido, abierto y se centra en el autodescubrimiento.
Te brinda un espacio para explorar quién eres, qué te importa y cómo crecer hacia tu versión más auténtica.
Si quieres sentirte escuchado sin juicios y con libertad para expresarte, este estilo podría ser el ideal para ti.

Mayoría de E’s – Terapia de Arte


Podrías disfrutar la Terapia de Arte. Este enfoque creativo te permite explorar emociones y experiencias a través del arte, la música, el movimiento u otras formas de expresión.
Si te cuesta hablar o procesas tus emociones de formas únicas, la Terapia de Arte puede ayudarte a expresar lo que las palabras no pueden.

Está totalmente bien.
Este quiz es solo una forma divertida de reflexionar, pero no es la única manera de descubrir lo que te funciona.
Tal vez conectes con más de un estilo de terapia, o tus necesidades cambien con el tiempo.

La terapia no es igual para todos, y eso es algo bueno.
Explora los otros tipos de terapia en esta página y encuentra lo que se sienta adecuado para ti.

¿Aún no estás seguro/a?